Paseo de los Álamos
A finales del siglo XIX y principios del XX, este paseo, hoy diáfano en anchura, lucía tres hileras de enormes álamos, dividiendo el espacio en dos majestuosos pasillos.
En diciembre de 1924 se derriban estos árboles dando lugar a nuevas transformaciones en todo el Campo. El pavimento de mármol es un mosaico obra de Antonio Suárez.