Paseo de los Curas
"A finales del siglo XIX se comienzan a abrir caminos y zonas de observación anexas al Salón del Bombé, siendo este espacio recurso para el escritor Clarín, en su obra La Regenta, donde sitúa en este paseo a los curas, por estar ubicado en discreto lugar pero próximo al festivo Bombé del que se escuchaba su música y conciertos desde la altura."