Orfebrería es el arte de labrar objetos artísticos de oro, plata y otros metales preciosos, o aleaciones de ellos.

La orfebrería y la artesanía del azabache son las manufacturas que más se asocian con la peregrinación. A lo largo del Camino de Santiago existieron ciertos focos de elaboración de objetos de oro, plata e incluso piedras preciosas vinculados a la simbología jacobea.

En Oviedo el gremio de los plateros tenía su calle, hoy desaparecida, ubicada en las cercanías de la catedral.

Desde principios de la Edad Media, esta orfebrería tiene bien delimitados sus grandes temas, que se reproducen una y otra vez: la concha de vieira, el bordón (bastón) del peregrino, las imágenes de Santiago como peregrino y cruces, casi siempre en plata, ya que la plata es, junto con el azabache, la base de los objetos de calidad orientados a los peregrinos.

Son símbolos que se reproducen individualmente o como parte de los más diversos objetos: cinturones, zurrones, vasos, medallas, crucifijos, etc. Estos objetos eran tan importantes para los peregrinos que muchas veces se hacían enterrar con ellos.

Podemos afirmar que la orfebrería, como una actividad propia de los peregrinos, no se desarrollará hasta el inicio de las peregrinaciones europeas, en el siglo XI y se consolida definitivamente durante el siglo XII, el gran periodo de la peregrinación medieval. Es una actividad centrada tanto en el peregrino como en la creciente demanda de objetos para la liturgia y el culto.