En la Edad Media podemos encontrar distintos tipos de viviendas dependiendo de la clase social a la que los habitantes pertenecieran. Los principales materiales que se utilizaban eran la piedra, la madera y materia vegetal.

Las viviendas más humildes sólo tenían una estancia que servía de cocina, sala y dormitorio. Campesinos y artesanos dormían en colchones que se podían enrollar durante el día para aprovechar mejor el espacio. Los campesinos además tenían una habitación para los aperos del campo. Los artesanos compartían su casa con el taller y en ocasiones con la tienda.

Las casas tenían un pequeño patio trasero donde solía haber un pequeño huerto, un corral, un pozo y una letrina..

En las ciudades las casas más habituales, que eran las de clase alta, se componían de dos pisos y estaban construidas de piedra y madera. El piso inferior solía contar con un pequeño patio y varias habitaciones con distintas funciones a su alrededor. En el piso superior se encontraban las habitaciones de la familia. Muchas veces las viviendas compartían las vigas de madera entre sí, esto hacía que en caso de incendio las llamas pasaran de una casa a otra. En la navidad de 1521 Oviedo sufrió un incendio que dejó la ciudad prácticamente destruida. El fuego comenzó en una de las casas, parece ser que en un horno o con un infiernillo para generar calor, y las llamas fueron devorando la ciudad borrando cualquier traza medieval.